lunes, 30 de mayo de 2011

Lunes de la VI Semana de Pascua


Evangelio según San Juan 15,26-27.16,1-4.

Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Les he dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios.
Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho. No les dije estas cosas desde el principio, porque yo estaba con ustedes.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Comentario del Evangelio por :  San Ireneo de Lyon (v. 130-v. 208)  

«Yo le pediré al Padre que os de otro Defensor, el Paráclito, que esté siempre con vosotros» (Jn 14,16)

El Espíritu prometido por los profetas descendió sobre el Hijo de Dios hecho Hijo del Hombre (Mt 3,16), para acostumbrarse a habitar con él en el género humano, a descansar en los hombres y a morar en la criatura de Dios, obrando en ellos la voluntad del Padre y renovándolos de hombre viejo a nuevo en Cristo.
Este Espíritu es el que David pidió para el género humano, diciendo: «Confírmame en el Espíritu generoso» (Sal 51[50],14). De él mismo dice Lucas (Hch 2), que descendió en Pentecostés sobre los Apóstoles, con potestad sobre todas las naciones para conducirlas a la vida y hacerles comprender el Nuevo Testamento: por eso, provenientes de todas las lenguas alababan a Dios, pues el Espíritu reunía en una sola unidad las tribus distantes, y ofrecía al Padre las primicias de todas las naciones.
Para ello el Señor prometió que enviaría al Paráclito que nos acercase a Dios (Jn 15,26; 16,7). Pues, así como del trigo seco no puede hacerse ni una sola masa ni un solo pan, sin algo de humedad, así tampoco nosotros, siendo muchos, podíamos hacernos uno en Cristo Jesús ( 1 Co 10,17), sin el agua que proviene del cielo. Y así como si el agua no cae, la tierra árida no fructifica, así tampoco nosotros, siendo un leño seco, nunca daríamos fruto para la vida, si no se nos enviase de los cielos la lluvia gratuita. Pues nuestros cuerpos recibieron la unidad por medio de la purificación (bautismal) para la incorrupción; y las almas la recibieron por el Espíritu. Por eso una y otro fueron necesarios, pues ambos nos llevan a la vida de Dios.


domingo, 29 de mayo de 2011

Domingo de la VI Semana de Pascua A


 Evangelio según San Juan 14,15-21.

Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes:
el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes.
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán.
Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes.
El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él". 


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Comentario del Evangelio por : San Juan de Ávila ( 1499-1569)  
     
«Le pediré al Padre, y Él os dará otro Defensor que estará siempre con vosotros»

Así como Jesucristo predicaba, así ahora el Espíritu Santo predica; así como enseñaba, así el Espíritu Santo enseña; así como Cristo consolaba, el Espíritu Santo consuela y alegra. ¿Qué pides? ¿Qué buscas? ¿Qué quieres más? ¡Que tengas tú dentro de ti un consejero, un administrador, uno que te guíe, que te aconseje, que te esfuerce, que te encamine, que te acompañe en todo y por todo! Finalmente, si no pierdes la gracia, andará tan a tu lado, que nada puedas hacer, ni decir, ni pensar que no pase por su mano y santo consejo. Será tu amigo fiel y verdadero; jamás te dejará si tú no le dejas.
Así como Cristo, estando en esta vida mortal, obraba grandes sanidades y misericordias en los cuerpos de los que lo habían menester y lo llamaban, así este Maestro y Consolador obra estas obras espirituales en las ánimas donde Él mora... Sana los cojos, hace oír a los sordos, da vista a los ciegos, encamina a los errados, enseña a los ignorantes, consuela a los tristes, da esfuerzo a los flacos. Como Cristo andaba entre los hombres haciendo estas tan santas obras, y así como estas obras no las pudiera hacer si no fuera Dios, y las hizo en aquel hombre y las llamamos obras que hizo Dios y hombre, así estas otras que hace acá el Espíritu Santo en el corazón donde mora, las llamamos obras del Espíritu Santo con el hombre como menos principal.
¿No se llama desdichado y malaventurado quien no tiene esta unión, quien no tiene tal huésped en su casa?...Decidme, ¿lo habéis recibido? ¿Lo habéis llamado? ¿Le habéis importunado que venga?... ¡Que Dios sea con vosotros! no sé cómo vosotros podéis vivir sin tanto bien... Mirad todos los bienes, todas las mercedes y misericordias que Cristo vino a hacer a los hombres, todas ésas hace este Consolador en nuestras almas.


jueves, 26 de mayo de 2011

Jueves de la V Semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,9-11

Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. 


Estraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 


         Comentario del Evangelio por : Beata Teresa de Calcuta 


                «Os he dicho esto para que...reboséis de alegría»

La alegría es una necesidad y una fuerza para nosotros, también psíquicamente. Una hermana que cultiva el espíritu de alegría siente menos la fatiga y está cada día dispuesta a hacer el bien. Una hermana rebosante de alegría predica sin predicar. Una hermana alegre es como el rayo de sol del amor de Dios, la esperanza de la alegría eterna, la llama de un amor ardiente.
La alegría es una de las mejores garantías contra la tentación. El diablo es portador de temor y barro, toda ocasión para lanzárnoslo es buena para él. Un corazón alegre sabe cómo se ha de proteger.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Miércoles de la V Semana de Pascua


 Evangelio según San Juan 15,1-8

Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos. 


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios


Comentario del Evangelio por : San Francisco Javier (1506-1552), misionero jesuita  

                                    «Sin mí, no podéis hacer nada»

Que nadie alimente la ilusión de pensar que destacará en las cosas grandes, si no destaca en las cosas humildes. Creedme hay una especie de fervores, y, por mejor decirlo, tentaciones...Ciertamente para no renunciar a su voluntad haciendo lo que la obediencia les prescribe, desean hacer otras cosas más importantes, sin recordar que si no tienen virtud para las cosas pequeñas, menos tendrán para las grandes. En efecto cuando se lanzan a las cosas grandes y difíciles, con poco sacrificio y fuerza de ánimo, reconocen su atracción por la tentación, cuando se encuentran sin fuerzas...

No os escribo estas cosas para impediros el ánimo a cosas muy altas, señalándoos por grandes siervos de Dios, dejando memoria de vosotros para los que después de vuestros días vendrán; mas dígolas a este fin solamente para que en las cosas pequeñas os mostréis grandes, aprovechándoos mucho en el conocimiento de las tentaciones, en ver para cuánto sois, fortificándoos totalmente en Dios; y si en esto perseveráredes, no dudo sino que creceréis siempre en humildad y espíritu, y haréis mucho fruto en las almas, yendo quietos y seguros dondequiera que fuéredes.
                

martes, 24 de mayo de 2011

Hoy… Seré Obediente Hasta La Muerte

“Se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz” Filipenses 2:8

Hoy debo aprender lo que significa que Jesús se hizo obediente hasta la muerte y muerte cruz. Toda verdadera obediencia es hasta la muerte. Esto es la otra cara de la moneda de lo que el mundo dice referente a la obediencia. El mundo dice: Yo obedeceré sí….Y el sí, significa que tenga un final feliz. Si yo voy a tener un final feliz, obedeceré, sino no, mejor no.

La obediencia de Cristo no dependió del final feliz…porque obedeció hasta la muerte y fue muerte de cruz..un final no muy feliz, humanamente hablando, pero él obedeció a pesar de…..Aunque el mundo quiere obedecer si tiene un final feliz…se le olvida entender que toda verdadera obediencia tiene un final exitoso y feliz.

Sí hoy obedezco con sinceridad sin mirar el final, esto cumplirá la voluntad de Dios en mi vida. Obedecer…obedecer a pesar de que mi cáncer no sea curado…mi promoción no sea mejorada o mi ser querido no sea rescatado. Si hoy obedezco…eso es bastante. Si yo obedezco a pesar de que lo material no parezca muy feliz…seré exitoso. Lo demás, lo que escapa de mi mano , eso es negocio y asunto de Dios.

Si yo insisto en obedecer para tener un feliz final eso es egoísmo…pero obedecer sin mirar el final es éxito genuino y espiritual que le mundo jamás lo podrá medir ni entender. Será al final el éxito de Dios no mi éxito y hoy no debo olvidar que el éxito de Dios se mide muy diferente a como yo mido mi propio éxito o el de los demás.

Hoy debo ser cuidadoso en obedecer por amor a la obediencia y amar la obediencia por amor al Señor que es el nivel más alto para vivir. Yo tengo el ejemplo de mi maestro quien obedeció hasta la muerte y muerte de Cruz y como el salmista dijo, me deleito en hacer tu voluntad, Oh Dios. Porque la voluntad de Dios es perfecta y aunque hoy no la entienda….en el momento de Dios lo podré entender y me gozaré en él.

Señor. Gracias por tu palabra..Gracias por tu dirección y gracias por tu espíritu. Gracias por hoy darme la oportunidad de obedecerte. No quiero obedecer para hallar un final feliz…quiero obedecerte porque el hacer tu voluntad produce un deleite exquisito dentro de mi corazón. El final de todo estará en tus manos. Tu voluntad lo determinará todo. Quiero ser obediente hasta la muerte y hasta la muerte aún cuando fuere una cruz.

Buscar tu voluntad es la mejor comida que puedo dar a mi alma y así sentirme plenamente fortalecido. La fuerza que necesito hoy para luchar viene de ti…..más yo me deleitaré en obedecer hoy tu palabra y en sentir que me guías y me sustentas. Amen.

domingo, 15 de mayo de 2011

Poesias


Himno al amor

El cielo azul puede derrumbarse sobre nosotros
Y la tierra puede abrirse
Poco me importa si me amas
“Paso”… del mundo entero
Ya que el amor inundará mis mañanas
Ya que mi cuerpo se estremecerá entre tus manos
Poco me importan los problemas
Mi amor, porque me amas

Iré a la otra punta del mundo
Me haré teñir de rubia
Si tú me lo pides
Iré a descolgar la Luna
Iré a robar la fortuna
Si tú me lo pides

Renegaré de mi patria
Renegaré de mis amigos
Si tú me lo pides
Te puedes reír de mí
Haré como que no me importa
Si tú me lo pides

Si un día la vida te arranca de mi lado
Si mueres, ó estés lejos de mí
Poco me importa! si tú me amas
Porque yo moriré también
Tendremos la eternidad para nosotros
En el azul de toda la inmensidad
En el cielo, no más problemas
Mi amor ¿crees que nos amamos?
…Dios reúne a aquellos que se aman.




No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada
Ni el bien que me han hecho, ni el mal
Todo eso me da lo mismo
No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Está pagado, barrido, olvidado
Me da lo mismo el pasado

Con mis recuerdos
Yo prendí el fuego
Mis tristezas, mis placeres
Ya no tengo necesidad de ellos
Barridos mis amores
con sus trémolos
barridos para siempre
Vuevo a partir de cero

No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Ni el bien que me han hecho, ni el mal
Todo eso me da lo mismo
No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Pues mi vida
mis alegrías
hoy
comienzan contigo...



domingo, 1 de mayo de 2011

Mayo, mes de María



Mayo, mes precioso en el que celebramos un día muy especial: el día de nuestra madre. Este mes está dedicado también a nuestra madre del cielo, la Virgen María.

A nuestra mamá le demostramos que la queremos dándole un abrazo, un beso, portándonos bien, con una sonrisa, pero, ¿cómo demostramos a la Virgen María nuestro amor? Puede ser queriendo mucho a su Hijo, hablando con ella o regalándole una flor.

La Virgen María, como todas las mamás, estuvo siempre pendiente de su Hijo y Él quiere compartir su madre con nosotros para que Ella también nos cuide como hizo con Él. Jesús quiere mucho a María y desea que nosotros también la queramos y confiemos en Ella.